Pérdida de peso

¿Qué tipos de tratamientos para perder peso existen?

Desde comprimidos hasta cápsulas e inyecciones, hay una variedad de medicamentos para bajar de peso disponibles. Hay cápsulas que puede tomar con las comidas que ayudan a limitar la absorción de grasa, comprimidos que tomas a horas regulares del día e inyecciones que funcionan en los receptores del apetito en el cerebro que puedes tomar todos los días o todas las semanas.

El tipo de tratamiento más adecuado para ti generalmente depende de factores como si eres propenso a sufrir ciertos efectos secundarios, si actualmente estás tomando otros medicamentos que pueden interactuar con algún tratamiento para perder peso en particular o si tienes ciertos problemas de salud.

¿Cuál es el mejor tratamiento de pérdida de peso para mí?

Depende de tu historial clínico. Los tratamientos para bajar de peso pueden tener efectos secundarios, por lo que es probable que puedas sufrir síntomas particulares, lo que jugará un papel importante para determinar cuál es el tipo de tratamiento adecuado para ti. Por ejemplo, Xenical es una cápsula que puede desencadenar diarrea severa, por lo que otro producto puede ser mejor en tu caso (aunque debe tenerse en cuenta que todos los productos para bajar de peso pueden causar diarrea).

Si tienes ciertas afecciones de salud, o si actualmente estás tomando ciertos medicamentos, estos también pueden tener una gran influencia en cuál es la opción de tratamiento adecuada para ti. Mysimba, por ejemplo, no es adecuado si tienes la presión arterial alta o si estás tomando antidepresivos.

El tipo de tratamiento que puedes usar (o preferirías usar) es otro factor. Por ejemplo, Saxenda es eficaz, pero no todo el mundo quiere usar una inyección. Xenical, Orlistat y Alli son cápsulas, por lo que si puedes y prefieres tomar cápsulas, pueden ser mejores opciones para ti. Mysimba es un comprimido, por lo que si puedes tomar comprimidos y los encuentras más fáciles de tragar que las cápsulas, por ejemplo, estos productos pueden ser mejores para ti.

Xenical, Orlistat y Alli

Xenical, Orlistat y Alli contienen el mismo ingrediente activo, orlistat, y todos actúan de la misma manera en el cuerpo.

Sin embargo, existen algunas diferencias. Xenical es el tratamiento de marca y el producto de pérdida de peso más "famoso" de los tres. Orlistat es la versión genérica, por lo que es menos costosa. Alli es un medicamento de "farmacia", por lo que no necesita receta médica. Pero aún tendrá que responder algunas preguntas de un farmacéutico antes de poder obtenerlo. Es el producto más barato de los tres, pero contiene la mitad de la dosis de Xenical u Orlistat (60 mg en lugar de 120 mg).

Debido a que Alli contiene solo la mitad de la dosis de Xenical y Orlistat, el cuerpo digiere más grasa en comparación con los otros productos. Xenical y Orlistat normalmente evitan que se digiera un tercio de la grasa dietética, mientras que Alli generalmente evita que se absorba aproximadamente un cuarto de la grasa de la dieta.

Si los comprimidos y cápsulas no son adecuadas para ti, Saxenda puede ser tu tratamiento. Es una inyección que puedes administrarte tú mismo. Gradualmente, se aumenta la dosis semana a semana hasta alcanzar la dosis recomendada.

En resumen: el tratamiento de pérdida de peso adecuado para ti dependerá de varios factores. Nuestro médico puede explicarte las diversas opciones, teniendo en cuenta tu historial médico y cualquier condición de salud o efectos secundarios a los que seas propenso.

Pérdida de peso y dieta

Si sufres sobrepeso, es posible que los cambios en tu dieta, junto con el ejercicio regular, sean las dos medidas que te ayuden a reducir tu peso a un nivel saludable (sin necesidad de ningún medicamento).

Después de haber creado un diario de alimentos y haber evaluado tus hábitos dietéticos, puedes ajustar tu día a día y comenzar a fijarte objetivos realistas (y seguros). La Asociación Dietética Británica recomienda intentar perder entre 0,5 kg y 1 kg por semana, y esto se puede lograr controlando la ingesta diaria de calorías.

Si estás tratando de perder peso, es muy importante que lo hagas a un ritmo gradual y sostenible. Tratar de perder demasiado rápido omitiendo las comidas por completo puede llevar a lo que a veces se llama ''yo-yo'' (tu peso fluctúa hacia arriba y hacia abajo), porque la reacción natural a la drástica ''falta de comer'' es ''comer en exceso''. Si también "comes insuficiente" de manera drástica, podrías correr el riesgo de tener otros problemas de salud porque tu cuerpo no obtendrá los nutrientes que necesita.

Entonces, en resumen, comer cosas más saludables y controlar el tamaño de las porciones te ayudará a perder peso y a mantener un peso saludable (en lugar de saltarse comidas).

Pérdida de peso y ejercicio físico

El ejercicio puede ayudar a quemar el exceso de calorías que no pierdes mediante cambios en tu dieta, por lo que la combinación de ambos es más efectiva que elegir uno u otro.

Pero el ejercicio también es excelente para mantener altos los niveles de motivación si tu objetivo es perder peso y mejorar tu bienestar general.

Simplemente moverse de vez en cuando quema más calorías que estar sentado todo el día, incluso pequeños gestos pueden marcar la diferencia.

Aumentar la cantidad de actividad que realizas poco a poco suele ser una forma eficaz de plantear el ejercicio físico si estás buscando perder peso, ya que es más fácil incorporarlo a tu rutina diaria.

En cuanto a la cantidad de ejercicio que debes realizar para bajar de peso, se recomienda más de 20 minutos de ejercicio aeróbico al menos tres veces por semana. Las actividades aeróbicas son ejercicios que aumentan tu frecuencia cardíaca y hacen que tu sangre bombee más rápidamente. Caminar, correr, montar en bicicleta, bailar y nadar son ejemplos, como también usar una cinta de correr o una escalera.

Si estás buscando perder peso rápidamente, alrededor de 60 minutos de intensidad moderada de ejercicio diario puede ser efectivo. Caminar a paso ligero, montar en bicicleta, hacer aeróbic acuático e incluso empujar el cortacésped son ejercicios de intensidad moderada. Hacer cambios simples en tu estilo de vida, como caminar o montar en bicicleta al trabajo, usar las escaleras en lugar de ascensores y estacionar el coche más lejos de tu destino son otras formas fáciles de lograr bajar de peso.

Sin embargo, es importante hablar con un médico si tienes sobrepeso antes de comenzar una nueva rutina de ejercicios. Debes esforzarte al empezar, pero no demasiado. No solo puedes sufrir lesiones, sino que también puedes ver afectada tu motivación. Un médico puede ayudarte a diseñar un programa de ejercicios que se adapte a tus necesidades.

Cirugía para adelgazar: ¿es una opción para mí?

Puede serlo. Y puede ser muy efectiva. Sin embargo no es una operación menor, y normalmente es solo una opción para las personas que no han logrado perder peso a pesar de cambiar su dieta y hacer ejercicio de forma regular.

Si no te han funcionado estas estrategias y también tienes un IMC de 40 o más (o un IMC entre 35 y 40 y una condición relacionada con la obesidad que podría mejorar con la cirugía), puedes comentarlo con tu médico de cabecera. La cirugía generalmente también implica un seguimiento a largo plazo con tu médico de cabecera, para controlar tu progreso durante un período prolongado de tiempo.